El Banco Central del Uruguay (BCU) sopesó la actual situación económica y las expectativas de inflación, y resolvió mantener la tasa de interés en 11,25%. Por un lado se destaca el descenso de la inflación, pero por el otro advierte que las expectativas podrían arrastrar a “mecanismos indexatorios” de precios y salarios. En cuanto a la actividad económica, se espera un crecimiento del PIB en el primer trimestre del año, pero no en el segundo, que se vería afectado por el shock de oferta de producción como consecuencia de la sequía.
En su última reunión de abril, el BCU había resuelto bajar levemente la tasa de interés, aunque aclaró en esa oportunidad que se ratificaba la continuidad de la política contractiva. La decisión respondía claramente al descenso que había mostrado la inflación anualizada, y a la desaceleración que evidenciaba la economía local.
Sin embargo, en su reunión del pasado martes 16 de mayo, el Comité de Política Monetaria (Copom) resolvió mantener sin cambios la tasa de interés en 11,25%, nuevamente ratificando la fase contractiva de la política monetaria.
En el comunicado difundido tras la reunión, la entidad señala que la inflación se ubicó en el año móvil cerrado a abril en 7,61%, lo que implicó un leve incremento respecto a la medición de marzo, y que respondió mayormente al incremento de los precios de frutas y verduras. Empero, destacó que la inflación subyacente se mantuvo estable en 6,22%, lo que constituye “uno de los niveles más bajos en los últimos cinco años y cercano al techo del rango meta”.
Pero, pese a ello, las expectativas del mercado siguen preocupando a las autoridades. El comunicado del Copom señala que el promedio de los indicadores de expectativas de inflación a 24 meses se ubicó en 7,24%, lo que implica un nivel similar al periodo anterior, lo que “sigue siendo foco de atención y análisis” del Copom. “Se valoró la estabilidad de las expectativas de inflación, e incluso algunas señales positivas en su tendencia en determinadas mediciones, no obstante, se mantiene el riesgo de que los actuales niveles de expectativas se materialicen a través de los mecanismos indexatorios existentes en la formación de precios y salarios”, señala el comunicado. En tal sentido, el Copom “espera la interiorización del objetivo de inflación en la formación de precios y salarios, elemento clave para la convergencia de la inflación y las expectativas de inflación al rango meta”.
En estado delicado
En cuanto al análisis efectuado del contexto económico global, regional y local, se valoró sobre el primero que existe “un escenario heterogéneo”. Por un lado, se observan riesgos de enlentecimiento del crecimiento de la actividad económica y de fragilidad financiera. Sin embargo, del otro lado, se constata una trayectoria de la inflación que continúa evolucionando lentamente a la baja en el marco de la estabilidad de precios de los commodities y el restablecimiento de las cadenas de abastecimiento globales.
En el plano regional, se espera una desaceleración de la economía de Brasil, mientras que para Argentina se proyecta un contexto económico que “sigue siendo delicado”.
En esta coyuntura, para Uruguay “se espera un crecimiento de la actividad económica en el primer trimestre del año, pero no así en el segundo trimestre que se vería afectado por el shock de oferta de producción como consecuencia de la sequía”.
En ese sentido, y considerando todo este panorama, fue que el BCU resolvió mantener la Tasa de Política Monetaria (TPM) en 11,25%. “Este nivel es considerado consistente con una política monetaria contractiva orientada a continuar los esfuerzos para la convergencia de la inflación y sus expectativas en el horizonte de 24 meses y los movimientos futuros de la TPM estarán condicionados por las variables antes mencionadas”, concluye el comunicado.