Fernando Mattos, titular del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, brindó una conferencia sobre el déficit hídrico que registran los suelos del país y los incendios forestales que se generan en consecuencia. Hizo una descripción de la situación climática que enfrenta Uruguay, destacó el trabajo conjunto entre instituciones y llevó a cabo un llamamiento a la responsabilidad ciudadana.
El pasado martes se llevó a cabo la conferencia en el salón de actos de Torre Ejecutiva, que contó con la presencia, aparte de Mattos, de Yamandú Morán, gerente técnico del Instituto Nacional de Meteorología; Carlos Faroppa, director general forestal del Ministerio; los directores nacionales del Sistema Nacional de Emergencias y de Bomberos, Sergio Rico y Ricardo Riaño, respectivamente; y Sebastián Langone, jefe de operaciones de vuelos contra incendios forestales de la Fuerza Aérea Uruguaya.
El ministro puso énfasis en el rol de los ciudadanos. Consideró que el “compromiso” de las personas es fundamental y, en el contexto actual, acciones como arrojar una colilla o el mal mantenimiento de líneas electrificadas son capaces de generar incendios. Por otro lado, indicó que “seguramente” haya una “reiteración de la emergencia agropecuaria” que actualmente tiene 90 días de vigencia, declarada el 24 de octubre.
Sin embargo, el fuego no es la única preocupación. Mattos señaló que las altas temperaturas en conjunto con la falta de precipitaciones hacen que decaiga la calidad del forraje que consume el ganado, lo que afecta el estado corporal de los animales en plena época de reproducción, algo que eventualmente puede impactar en la producción. La falta de agua –tanto para el ganado como para consumo humano– también preocupa.
Por su parte, Morán indicó que las precipitaciones previstas son “muy escasas” y más bien “puntuales”. Adelantó que se esperan temperaturas por encima de los promedios normales para esta etapa del año. Por último, dijo identificar una situación “crítica”, con un índice de riesgo de incendio (FWI) que tiñe a todo el Uruguay de rojo.
En tanto, Ricardo Riaño listó más de 40 intervenciones durante este verano, atribuyendo parte del éxito a la interacción interinstitucional para paliar el carácter finito de los recursos. De esta manera se logró que al día de hoy no se haya lamentado “ni una pérdida de fincas, ni una sola persona lesionada y, lo que es más importante, ni una sola pérdida de vidas humanas”.
