La Cámara de Industrias Pesqueras del Uruguay (CIPU) y la Cámara de Armadores Pesqueros del Uruguay emitieron un comunicado en el que denunciaron presiones del sindicato de la pesca y exigieron que interfiera el gobierno.
Según el texto, un aprendiz marinero tomó la decisión de renunciar por “la presión” del gremio, debido a su negación a afiliarse. Por otro lado, se mencionan presiones sindicales para que una empresa del sector retome a un empleado. “Ante la negativa de la empresa, personal afiliado al sindicato presionó a los marineros embarcados, logrando paralizar a cinco buques que estaban prontos para salir”, indica el documento.
Asimismo, empresarios denunciaron un “silencio cómplice” de la Administración Nacional de Puertos (ANP) y resaltaron a las autoridades nacionales que los lugares de discusión no son suficientes.
Según informó El País, el presidente de la CIPU, Juan Riva-Zucchelli, expresó que la situación de conflicto se originó por una “dictadura sindical que, aunque suene fuerte, es real”. El empresario pesquero aseguró que la lógica de estar sindicalizado para poder trabajar es algo que se impone. “Los trabajadores saben que si no se afilian no trabajan, entonces, la mayoría lo hace”, sostuvo. Según su visión, esto es grave porque el gremio “lo declara con impunidad y luego presiona a los trabajadores”. En ese sentido, el empresario dijo que dejaron a más de 70 trabajadores sin sus jornales por cinco días. “Todo terminó en que liberaron el barco, así le dicen, porque a nosotros nos detienen los barcos a la fuerza”, agregó.
Por otro lado, en el comunicado se menciona la complicidad de la ANP y se pide que se retire la sede del puerto. “Puede sonar desmedido hablar de cómplices, pero es necesario que la ANP quite el contenedor del sindicato”, concluyó.