El objetivo de la reunión, convocada por la Cámara de Comercio y Servicios del Uruguay (CCSU), fue dar continuidad al trabajo conjunto entre el sector público y privado para definir y coordinar las estrategias de acción para lograr un combate al informalismo. La cámara se plantea entre sus principales desafíos apoyar y defender las actividades formales, la competencia leal y el cuidado y protección de la propiedad intelectual, en detrimento de la venta informal, el contrabando, la evasión impositiva y otras prácticas ilegales de comercialización.
La CCSU convocó a autoridades de la Intendencia de Montevideo (IM) y de la Dirección Nacional de Aduanas con el objetivo de dimensionar esta problemática y las principales causas del informalismo y el contrabando, así como su impacto en los diferentes rubros que conforman al sector comercio.
De este encuentro participaron el director Nacional de Aduanas, Jaime Borgiani, el prosecretario de la IM, Daniel González, y el gerente del Servicio de Convivencia Departamental, Facundo Pérez. Además, asistió el flamante presidente de la Cámara, Julio César Lestido, y la asesora económica de la institución, Ana Laura Fernández.
En tanto, en representación de los rubros afectados, estuvieron presentes autoridades de las gremiales de alimentos y bebidas, juguetes, ópticas, productos veterinarios, vestimenta y calzado, neumáticos, así como representantes de las principales avenidas comerciales, y expertos en el combate de la piratería y falsificación de marcas.
Algunas de las principales preocupaciones que fueron expuestas por los representantes privados fueron la competencia desleal que se genera para las empresas formalmente establecidas y la venta de mercadería que ingresa de contrabando al país, no solo sin el pago de los aranceles correspondientes, sino también evadiendo controles e intervenciones que actualmente se exigen por parte de los diferentes organismos públicos.
Durante la reunión, los representantes empresariales subrayaron la importancia de poder reforzar las acciones de control e inspección en los momentos de zafra comercial.
Desde la Cámara se señaló que este contexto de ilegalidad no solo se produce en la entrada al país, sino también en su proceso de comercialización en el mercado local, en particular a través de puestos de venta ambulante no autorizados, que muchas veces se encuentran ubicados en las mismas zonas comerciales donde están instalados los comercios formales, así como también a través de los canales digitales. Estos hechos tienen un gran impacto en la actividad comercial, ocasionando un alto perjuicio al comercio formalmente establecido.
Por otro lado, se destacó el hecho de que el fenómeno del informalismo es una problemática multicausal, y se consideró “imperioso trabajar de forma coordinada” entre los diferentes actores sobre cada uno de los elementos que hoy permiten el desarrollo de dichas actividades, que son una verdadera amenaza para la supervivencia de las empresas, el desarrollo de la actividad y particularmente del mercado laboral.
En esta instancia se mencionó también la importancia de construir un camino hacia la formalidad, generando una cultura de previsión y responsabilidad social donde la educación cobra un rol fundamental para poder concientizar sobre el tema.