El directorio de Terminal Cuenca del Plata (TCP) -sociedad entre el Estado uruguayo y Katoen Natie- aprobó la adjudicación de las obras a la empresa Jan de Nul, experta en construcción de puertos, dragados y producción de energía en alta mar, entre otros, con una vasta experiencia en todo el mundo que pasará a estar a cargo del proyecto junto con otras compañías locales y extranjeras de primer nivel mundial.
Con unos mil puestos de empleo directos y 5 mil indirectos de mano de obra uruguaya, comenzarán las obras de ampliación de la Terminal en el puerto de Montevideo, que aumentarán su capacidad, la calidad de sus servicios y fortalecerán su flexibilidad y sustentabilidad.
Estas obras llevarán al puerto de Montevideo a ser la primera terminal sustentable de América del Sur, ya que proveerá de energía eléctrica a todos los buques atracados y, de esta forma, evitará que deban estar encendidos de modo permanente consumiendo combustible con su correspondiente polución sonora, vibraciones y emisión de sustancias contaminantes. La nueva infraestructura que hará posible este salto tecnológico y ambiental se denomina “cold ironing”.
Estas obras culminarán en 2025 pero ya en 2024 se inaugurará el primer puesto de atraque y se incorporarán nuevas grúas, otros equipos y mano de obra adicional. Asimismo, las obras también mejorarán las capacidades de pesca y esparcimiento de la escollera Sarandí.
El Gerente de Relaciones Institucionales de TCP, Fernando Correa, declaró su satisfacción por el inicio de los trabajos. “Estamos ansiosos por dar este gran paso que no es para el puerto sino para todo el país. Esto tiene un impacto positivo para el medioambiente, para la comunidad, para la generación de empleo y, por supuesto, para el comercio exterior y la economía de Uruguay”, dijo.
Por su parte, el Gerente General de TCP, Vincent Vandecauter, indicó que la inversión proyectada superará la estimación inicial. “La inversión en las obras seguramente estará por encima del monto que habíamos comprometido con el Estado uruguayo. Pero, lejos de ser un problema, se trata de una enorme oportunidad porque significa que vamos a más, que nos proponemos metas ambiciosas como país y que las podemos lograr. Y esto es una muestra clara de lo que podemos hacer juntos el Estado y el sector privado para que el país crezca. Uruguay tiene una oportunidad histórica y es importante que estemos todos unidos y en armonía, elevando la mira, para aprovecharla”