Notas: Índice base 2015=100%. Cambio anual es respecto a marzo de 2019, % cambio en marzo es respecto a febrero 2020. Fuente: ONUDI - Índex of Industrial ProductionLa evidencia disponible sugiere diferencias en los niveles de afectación entre industrias y entre países de la región (Gráfico 2). Sin embargo, las industrias relacionadas con vehículos automotores, productos del cuero, vestido y confección, otros minerales no metálicos y textiles muestran las mayores contracciones respecto a diciembre de 2019, y en términos anualizados respecto a marzo de 2020. En contraste, la fabricación de sustancias y productos químicos, la fabricación de papel y sus productos, los productos farmacéuticos y la producción de alimentos registran tasas positivas de crecimiento en ambos periodos. Este comportamiento es consistente con esfuerzos para mantener la operación de cadenas de suministro de productos esenciales durante la fase crítica de la pandemia. Coincide además con lo observado en el nivel global. La producción en industrias relacionadas con cuero, vestido y vehículos automotores, respectivamente, registra las mayores caídas, mientras que los productos farmacéuticos y los alimentos reportan las mayores ganancias (Cantore et al 2020). Debido a su alta contribución a las economías de la región, notablemente Argentina, Brasil, Colombia y México, y su elevado nivel de integración con cadenas globales de valor, son entendibles las presiones para reabrir el sector automotriz lo más pronto posible.Gráfico 2. Cambio en índice de Producción Industrial por rama de actividad, 2019–2020, % cambio
Notas: Promedio simple incluyendo Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México y Uruguay. Barra naranja, cambio respecto a marzo de 2019; barra azul, cambio de marzo de 2020 respecto a diciembre de 2019 Fuente: ONUDI - Índex of Industrial ProductionLas estimaciones disponibles al momento de escribir esta nota podrían ajustarse aún más a la baja a medida que las autoridades de estadística nacional en diversos países actualicen la información sobre desempeño industrial a partir del mes de abril. Las primeras indicaciones para Argentina, Brasil o México sugieren caídas mucho más dramáticas en diversos indicadores durante 2020.La visible disminución de los niveles de producción vendrá acompañada de efectos menos evidentes en el corto plazo, pero muy importantes en el nivel microeconómico, como la caída en la productividad de las empresas debido, al menos, a dos factores: i) destrucción de empleo y consecuente desmantelamiento de equipos de trabajo intra y entre empresas, cuyo conocimiento productivo adquirido mediante años de operación será muy difícil de reconstruir (Kellogg 2011); y, II) las eventuales ganancias de productividad asociadas a la innovación se verán atenuadas, porque la inversión en innovación tiende a ser procíclica; es esperable que el gasto en I+D, ya en niveles endémicamente bajos en la región, disminuya de manera significativa (Fabrizio & Tsolmon 2014). Asimismo, la competitividad podría verse afectada por los mayores costos de operación asociados a estrictos protocolos de bioseguridad requeridos para que las empresas manufactureras retomen sus operaciones en la región. A la necesidad de nuevos insumos para operar (servicios de higienización, transporte de empleados, modificación de infraestructura, entre otros), se suman restricciones a la cantidad máxima de trabajadores que pueden compartir un espacio, afectando la capacidad de producción.Fernando Vargas, Especialista en Competitividad, Tecnología e Innovación, Banco Interamericano de Desarrollo