Por la presión de la sociedad en aumento, la empresa debe satisfacer la demanda de productos y servicios de calidad, de prácticas responsables en la cadena de valor y con la comunidad donde opera. Por lo tanto, debe alinear su triple impacto económico, social y ambiental en su estrategia y operaciones, planteándose el desafío de lograr integrar la perspectiva de la sostenibilidad en su negocio.
Por Darío Andrioli (*)
Una de las herramientas puede ser implementar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), propuestos como Agenda 2030 para gobiernos, empresas y sociedad civil. Si bien en primera instancia resultaban aspiraciones teóricas difíciles de poner en práctica, luego el aporte de la “Brújula de los ODS” brindó a las empresas una guía más concreta para integrar la sostenibilidad, recorriendo un proceso de conocimiento de los mismos, definición de prioridades específicas para su negocio e indicadores para gestionar sus impactos.
Hoy los ODS están en la agenda de las empresas del mundo, de la región y también comienza a estarlo en las organizaciones uruguayas, como lo muestra el reconocimiento a las mejores prácticas de las empresas que contribuyan con los ODS realizado recientemente por Deres.
Los objetivos de desarrollo sostenible tienen diferente grado de relevancia para cada empresa: varios ODS pueden no ser pertinentes para su actividad, pero otros objetivos serán claves en la elaboración de su estrategia e identificación de riesgos, mientras que algunos ODS le servirán de guía para implementar buenas prácticas, y finalmente habrá objetivos que serán consecuencia del logro de los anteriores.
Impacto económico y empleos de calidad
Las empresas tienen un rol importante en el desarrollo económico y social de un país, pero para continuar desarrollando su actividad y generando valor en el largo plazo requieren de relaciones duraderas y de confianza con sus grupos de interés, y en particular con los stakeholders internos como los empleados.
Por lo tanto, un objetivo de desarrollo sostenible que consideramos clave en el rol de las empresas es el de “crecimiento económico y trabajo digno”. Como lo expresa el Prof. Ricardo Pascale, el objetivo de las empresas sigue siendo maximizar el valor para sus propietarios, pero sujeto a las restricciones con otros grupos de interés como clientes, proveedores y empleados; surgiendo así el aporte y el sentido de sostenibilidad en las finanzas de las empresas.
La viabilidad económica es condición necesaria pero no suficiente en las empresas. La dimensión económico-social de una organización excede el beneficio empresarial, ya que su valor económico generado se distribuye entre los grupos de interés que contribuyen a su creación con pago de salarios y dividendos, así como de impuestos y contribuciones a la comunidad donde desarrolla su actividad.
Además de la protección de derechos laborales e incrementos de empleos, podrá contribuir brindando capacitación y mejores entornos de trabajo, y además beneficiarse potenciando su desempeño con mejores habilidades de su personal. De esta manera, considerando objetivos de desarrollo sostenibles como salud y bienestar, educación e igualdad en las prácticas laborales estará en mejores condiciones de atraer y fidelizar el personal adecuado para sus procesos operacionales.
En particular, la empresa también puede aportar positivamente a la sociedad en algunos grupos como los jóvenes, utilizando los beneficios existentes en la contratación de personal bajo los instrumentos de primera experiencia laboral y prácticas para egresados; y además promoviendo el trabajo indirecto de calidad con el desarrollo de proveedores micro, pequeños y medianos.
Producción responsable e innovación
Otros objetivos relevantes para la sostenibilidad de la empresa son los de producción responsable e innovación. Para ello, le será de utilidad considerar los objetivos referidos al medioambiente como cuidado de la energía y el agua, así como acciones por el clima.
Además de mitigar sus impactos negativos para ser competitiva en el largo plazo, la empresa debe lograr eficiencia en sus operaciones. Por lo tanto, requiere orientar sus operaciones para reducir el consumo de recursos, la generación de residuos y contaminación, así como tener en cuenta las oportunidades del modelo de economía circular. Sus decisiones de inversión deben ser evaluadas integralmente y considerar los incentivos a la inversión relacionados al desarrollo sostenible.
En este sentido, además será importante para reducir riesgos de operación y reputación, realizar la evaluación ambiental en la cadena de valor, de las prácticas laborales de sus proveedores y del consumo responsable de los clientes.
También la innovación puede mejorar sus procesos de operación, generar mayor valor y sostenibilidad. Es clave la innovación y tecnología para el mediano y largo plazo de las empresas, ya que le permite incrementar su productividad y competitividad con la introducción de un nuevo producto o proceso, o de una nueva forma de organización en sus prácticas internas o en las relaciones en la cadena de valor.
Para incrementar su productividad y capacidad de competir incorporando innovación, las empresas uruguayas pueden tener incentivos de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII). Incluso existe la posibilidad de financiar proyectos de innovación inclusiva que facilite el acceso a bienes y servicios a sectores excluidos, para mejorar su calidad de vida y facilitar su integración social.
Para impulsar el desarrollo sostenible, es necesario considerar como interactúa la economía con el medioambiente y la innovación, como lo muestra el Premio Nobel de Economía otorgado el año pasado a Nordhaus y Romer por sus estudios macroeconómicos sobre el impacto del cambio climático y las innovaciones tecnológicas.
Organizaciones sólidas y asociatividad
El desarrollo sostenible requiere de organizaciones sólidas y bien dirigidas, así como del desarrollo de alianzas. Para contar con organizaciones sólidas, además de un entorno económico y legal adecuado para el clima de inversiones, las empresas uruguayas pueden tener oportunidades de mejora en su gobierno corporativo, pilar imprescindible para la sostenibilidad.
Para el largo plazo será determinante contar con un sistema que gestione las relaciones entre propietarios, directores, gerentes y otros grupos de interés mediante la separación de los roles estratégicos, de gestión y control de las operaciones. En este sentido, es condición necesaria para la continuidad de la empresa una responsable gobernanza con prácticas transparentes, estándares éticos y procesos de diálogo con grupos de interés.
Los ODS promueven la asociatividad en el entendido de que las empresas, para obtener mejores resultados, tienen la posibilidad de realizar alianzas “ganar-ganar”, intercambiar conocimientos y capacidades con la academia y desarrollar proyectos colaborativos con empresas integrantes de su cadena de valor. Será, por lo tanto, clave sumar esfuerzos con otras empresas proveedoras o clientes, con organizaciones de la sociedad civil y con la academia. En esta línea, Universidad ORT organizó una Conferencia sobre Desarrollo Sostenible, donde se analizó el rol de las pymes y la innovación en la Agenda 2030, el gobierno corporativo y prácticas empresariales alineadas a los ODS, los informes de sostenibilidad y la contribución de las universidades al logro del desarrollo sostenible.
Consideraciones finales
Las empresas deben identificar y cuantificar sus impactos para gestionar los mismos. No alcanza que definan estrategias y políticas responsables, sino que para integrarlo efectivamente en sus operaciones deben fijarse metas y medir los indicadores de los objetivos prioritarios.
Si las empresas cumplen sus metas, además de satisfacer el beneficio del accionista, con la generación de valor económico contribuirá al desarrollo social reduciendo la pobreza, el hambre y las desigualdades, e incrementando el bienestar. De igual forma, si sus operaciones cuidan el medioambiente, ayudará a objetivos como mitigación del cambio climático, protección de ecosistemas y desarrollo de comunidades sostenibles.
Si las empresas no tienen una perspectiva de sostenibilidad pueden afectar su reputación o desaprovechar oportunidades de nuevos negocios o mercados. Por el contrario, con la integración de los objetivos de desarrollo sostenible aplicables para su negocio, pueden estar en mejores condiciones de obtener financiamiento y atraer inversión, ya que cada vez más las calificadoras, financiadores e inversores evalúan también su desempeño ambiental, social y de gobernanza.
En definitiva, empresas con buen gobierno corporativo, innovadoras, con buen clima laboral, con capacidad asociativa y responsables en su gestión ambiental, estarán en mejores condiciones de competir y crear valor en el largo plazo; y empresas sostenibles, sin dudas, generan buenos empleos y contribuyen al crecimiento y desarrollo de una sociedad.
(*) Contador Público, Universidad de la República. Diploma de Especialización PMD Program for Managment Development, Esade Barcelona. Socio Director de Carle & Andrioli Contadores Públicos, firma miembro independiente de Geneva Group International (GGI). Consultor en finanzas corporativas, asesor de dirección de empresas y Profesor de Universidad ORT.