Sergio Botana, senador del Partido Nacional
“El gobierno va muy bien”, contestó Botana al ser consultado sobre estos primeros meses de mandato de Yamandú Orsi, pero advirtió que esa evaluación responde a que esta administración “no ha tocado” lo hecho por la anterior. Sin embargo, el senador blanco fue muy crítico con el cambio de planes del Proyecto Neptuno y dijo que “es un desastre”. Así lo manifestó en una entrevista que dio a CRÓNICAS, en la que también subrayó que como oposición “no se puede trancar al país” y que, si son capaces de ponerse de acuerdo en el Parlamento y “producir calidad”, se van a gestar leyes que duren 100 años.
-¿Cuál es su reflexión de estos primeros meses de gobierno de Yamandú Orsi?
-Creo que el gobierno va muy bien, no ha tocado lo que ha hecho el gobierno anterior. Y cuanto más deje durar lo bueno, eso hablará bien de la inteligencia del gobierno. No han presentado modificaciones en temas sustantivos, como todo lo vinculado a las libertades, ha habido alguna amenaza en algunos temas, pero nada que se concrete, incluso en estos días la medida del sector de la pesca es importante. Uruguay tiene que pescar y no debe estar a la ocurrencia sindical. El país tiene allí uno de los sectores con mayor potencial, que todos sabemos que hay que impulsar, porque es un sector cuyo impulso hay que subsidiar inclusive, para poder lanzarlo, porque es el gran potencial de crecimiento que tiene el país.
-Usted dice que el gobierno va muy bien, pero gran parte de la oposición ha sido muy crítica con la gestión y ha señalado hechos como la compra de la estancia María Dolores, la modificación del Proyecto Neptuno o el tema de los pasaportes. ¿No adhiere a esas críticas?
-La primera crítica es que hace poco o nada. Pero como yo no quiero que cambie, me parece bien que haga lo que hace. Lo de María Dolores tiene sus distintos puntos de vista. El país debe afincar a la gente en la tierra, el que está en la tierra no está solamente por estar, la única función en el territorio no es la productiva. Fue muy difícil producir en Uruguay en las épocas donde la inseguridad rural cundió y esas cosas hay que cuidarlas, para lo que es imprescindible el rol del Instituto Nacional de Colonización (INC). En este caso de María Dolores, desde el punto de vista del apoyo al sector lechero, de la posibilidad de hacer forrajes, de que no se pierda la genética de las terneras y de la posibilidad de no regalar y sacrificar entre 50.000 y 80.000 terneros por años a causa de la falta de tierra de los colonos, está bien la compra. Y que esa tierra no la compre un dueño de un frigorífico para transformarla en feedlot es algo bueno, porque va a terminar atentando contra los precios del sector ganadero de todo el país. En definitiva, desde ese punto de vista, la compra es buena. Lo que hay que discutir es si el Estado tiene capacidad de utilizar una infraestructura de ese nivel tecnológico y la legalidad de la compra. Lo de Arazatí es un desastre del gobierno, no tiene ninguna lógica la decisión. Recargar el Santa Lucía y seguir dependiendo de una cuenca sola, que puede tener problemas de sequía o algas, no es bueno. Es un desastre, porque es una decisión absolutamente politizada y fuera de lugar.
-¿Cómo está la interna del Partido Nacional (PN) luego de las elecciones del Directorio? ¿Están saldadas las cuentas con Álvaro Delgado tras las polémicas y tensiones en torno a su decisión de no renunciar al Senado tras ser electo presidente del partido?
-El PN está tranquilo y bien, no veo graves problemas. Nunca se esperó que el Directorio conduzca al partido. Conozco pocas épocas en las que el Directorio ha conducido el partido, con el beneplácito de los blancos.
-¿Y quién conduce hoy al PN? ¿Luis Lacalle Pou?
-Al PN está más cerca de conducirlo Lacalle Pou, que está un poco ausente, para nuestro gusto, pero es el conductor natural.
-¿Debería tener más presencia?
-A los blancos nos gusta eso. Estamos mal acostumbrados a Aparicio en el frente de batalla, a Wilson conduciendo la lucha y al propio Herrera en el medio del combate. Nos cuesta un poco adaptarnos a este nuevo formato de la política, lo que no quiere decir que no sea inteligente o tal vez sea una señal de respeto a los que les ha encomendado la conducción. Uno lo querría más cerca o más protagonista directamente, pero los jefes saben lo que hacen.
-¿Cómo le cayeron las declaraciones de Delgado del domingo pasado, que llamó a trancar fuerte como oposición? ¿Está de acuerdo con esa afirmación?
-Como oposición no se puede trancar al país, eso no se puede hacer y ningún blanco nos lo perdonaría. Sí hay que trancar fuerte en la caída de una sola de las libertades y derechos ciudadanos conquistados. Y hay que ir por otros y hacer más libre a la gente, profundizando la descentralización, que fue la gran materia que perdió nuestro gobierno. Los cinco años de gobierno transcurrieron sin que descentralizáramos todo lo del Ministerio de Desarrollo Social (Mides), por ejemplo. No se arregla la vida de la gente por una transferencia hecha por un cartoncito, la vida de la gente se arregla estando al lado de la gente. Es necesaria la transferencia, pero también hay que ayudar a la gente a encontrar el cauce en la vida.
-¿Qué espera de la Ley de Presupuesto?
-Va a ser todo sorpresa, porque se ha escuchado poco contenido en los anuncios. Vamos a ver qué es lo que viene. Es una linda oportunidad este tiempo que estamos viviendo, porque es un tiempo para hacer grandes cosas y con grandes consensos, lo que implica un nivel profundo de acercamiento y discusión. Que nadie tenga mayoría en ninguna de las cámaras es de una trascendencia increíble, porque nos fuerza a ponernos de acuerdo y a producir calidad. Si producimos calidad y nos ponemos de acuerdo, vamos a generar leyes que duren 100 años.
-El Ministerio de Economía estudia la posibilidad de incluir en el Presupuesto un gravamen a las ganancias de capital de uruguayos en el exterior y la adopción del Impuesto Mínimo Global. ¿Qué postura adoptaría la oposición en la discusión de este tipo de propuestas?
-Todos sabemos que esas cosas no dan resultado alguno y que se va a gastar más persiguiendo gente que el resultado que va a dar ese tipo de tributación. A la gente hay que atraerla de otro modo y vamos a terminar perdiendo a esos uruguayos como contribuyentes de este país y vamos a perder mucho más de lo que vamos a ganar. No tiene razón de ser. Si se quiere darles una respuesta política a algunos militantes radicalizados, más vale decirles la verdad que ir por esos atajos. Lo del Impuesto Mínimo Global, eso puede caminar. Mejor que quede acá lo que van a ir a pagar a otro lado.
-Las propuestas de introducir estos gravámenes surgen ante la necesidad de generar ingresos que tiene el Estado para hacer frente a los compromisos sociales que debe asumir. ¿Qué va a poner sobre la mesa la oposición a la hora de discutir el Presupuesto, teniendo en cuenta esto que le menciono?
-Debe haber un gran acuerdo sobre la pobreza infantil. Debemos tener la responsabilidad de trabajar en silencio, sin poner el tema en el centro de la discusión política superficial, teniendo en el centro nuestros compromisos políticos. Ese es el gran tema. En educación, se necesitan cambios cualitativos y darles a los docentes que están al frente de los centros educativos la posibilidad de liderar. Hay que confiar en el docente y no hay que confiar en el sindicato. Y, por otro lado, tenemos que hacer un buen trabajo en bajar los costos. Hay que bajar los costos de producir en este país y hacer una reforma del mercado de los combustibles, que no se hizo en nuestro gobierno.
-¿A qué atribuye que no se haya llegado a un acuerdo a la interna de la coalición sobre el tema de los combustibles?
-Hubo mucha conversación y al final siguió el mismo sistema impositivo. Un cambio en la tributación hubiera permitido alguna baja. Al no haber acuerdo sobre la monopolización de los combustibles, tampoco se hizo una reforma sustantiva, pero lo del Precio de Paridad de Importación (PPI) hizo que, en el quinquenio, los uruguayos pagáramos US$ 1.700 millones menos que en el anterior. En ese sentido, hubo una baja relativa en el precio de los combustibles, que es un costo importante. Pero habría que haber hecho la reforma del mercado del cemento.
El desmarque de Cabildo Abierto “demuestra” que hay coalición
-¿Cómo ve a la coalición hoy? Cabildo Abierto se ha desmarcado en algunos temas, por ejemplo.
-Yo la veo bien. Ese desmarque de Cabildo lo que ha mostrado es que hay coalición, porque los cabildantes les han cobrado la cuenta a sus representantes y se van a quedar sin trabajo si siguen así.
“A veces los intendentes inexperientes cometen el gravísimo error de dar malas noticias de su propia casa”
-¿Le preocupan las situaciones deficitarias que presentan distintas intendencias del interior?
-Hay una situación general que está atentando contra los costos del funcionamiento de las intendencias y eso afecta a todas. Algunas obras que antes construían los gobiernos departamentales y ahora obligatoriamente se deben hacer por terceros, cuestan 2,7 veces más, porque las empresas deben tener su margen y pagan distintos impuestos. Entonces, eso arroja una diferencia importante que ha comprometido en el mediano y largo plazo la situación de las intendencias. También he visto un gran espectáculo mediático, como en el caso de Cerro Largo, que está en una situación que a mí no me gustaría que estuviera, pero tampoco es una situación comprometida ni mucho menos. Su endeudamiento es del orden de $ 1.108 millones y solo por concepto de transferencia nacional este año va a recibir $ 1.112 millones, dejando afuera otros ingresos. Se pagaron los sueldos de agosto y ninguna de las intendencias que tenía problemas fue noticia. A veces los intendentes inexperientes cometen el gravísimo error de dar malas noticias sobre su propia casa.
-¿Se refiere al intendente de Cerro Largo, Christian Morel?
-Hablo en general. Obviamente que Morel incurrió en ese error.