Aníbal Gonda, miembro de la directiva de la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información (CUTI), realizó para CRÓNICAS una radiografía de la educación uruguaya para el campo de la tecnología y el software. Valoró positivamente la oferta y dijo que, ante la disrupción e incertidumbre que genera la inteligencia artificial (IA), es menester “apostar por la formación”. Por otro lado, repasó los lineamientos de la gremial para los siguientes cinco años: además de abordar en conjunto la IA, prevén afrontar la “crisis en la venta de software de servicios” y “duplicar” el 2,5% del PIB que ingresa actualmente el sector.
Gonda, de GeneXus, dirige la mesa de trabajo dedicada al Talento de CUTI y, según narró a este medio, trabajan codo a codo con la academia. Cuando las distintas instituciones educativas van a plantearse capacitaciones y programas de formación, “acuden a la industria -nosotros- y dialogamos sobre necesidades e intereses para delinear hacia dónde vamos”.
“A veces nos traen temas y a veces nosotros planteamos. No sé si otras industrias tienen este vínculo tan cercano con la educación, pero sería muy triste que, habiendo tanta necesidad de talentos a nivel global, se forme para algo que el mercado no necesita”, mencionó al respecto.
Esa simbiosis llevó a múltiples resultados. Como ejemplo, comentó que la formación en análisis de datos fue un tema que en su momento se extendió a los distintos actores de la educación, tras detectar una creciente necesidad de mano de obra formada en la temática para suplir la demanda del rubro. “Así fue como Miguel Brechner, entonces presidente del Plan Ceibal, y los asesores de la Universidad Tecnológica del Uruguay (UTEC), fueron al Massachusetts Institute of Technology (MIT, por sus siglas en inglés) e hicieron un acuerdo para dictar una maestría profesional en data science”, recordó.
En este sentido, sobre los programas actuales de las universidades que conforman el ecosistema educativo que nutre a la industria, Gonda evaluó positivamente las posibilidades de formación. En sus palabras, está “muy bien armada, actualizada y moderna”, además de que surgen “nuevas apuestas como ciencia de datos orientada a negocios o ingeniería en ciencia de datos”. Incluso en otros niveles además del universitario hubo una actualización, y citó como ejemplo al Plan Ceibal, porque “viene enseñando IA a los chicos con las ceibalitas”.
“Entonces, creo que las líneas más o menos están trazadas. Debemos hacerlo un poco más masivo si se quiere. Lo único que podemos hacer en contra de la incertidumbre es apostar a la formación”, remató.
Las preocupaciones de la CUTI
En relación a la incidencia disruptiva de la IA, la cámara realizó un foro durante esta semana donde, “en presencia de todos los directivos y los actores principales de la industria”, se prevé planificar “el mapa de aquí a cinco años” para plantear, a la interna y al gobierno, los objetivos y preocupaciones.
“Esta disrupción nos preocupa y estamos reviendo esta hoja de ruta. Hoy estamos ante una disrupción tan grande y tan brutal que seguramente de aquí a cinco años vamos a estar formando gente en trabajos que hoy no existen”, declaró sobre los temas que conforman la agenda de la asociación.
Otra preocupación radica en “la crisis en la venta de software de servicios, no solamente en Uruguay, sino a nivel mundial”, dado que hoy el mercado “busca productos y soluciones”. Según Gonda, la mayoría de las empresas de software uruguayas están orientadas a la venta de servicios y no de productos, las dos vías para comercializarlo, por lo que desde la cámara “las están ayudando a migrar de matriz productiva” y esa es una necesidad contemporánea que tiene la industria.
Otro eje es la intención de “duplicar” la facturación actual de la industria, posicionada a día de hoy al 2,5% del PIB y con la intención de alcanzar el 5% en 2030.“Hoy tenemos alrededor de 25.000 personas de contratación directa en la industria. Lo que nosotros estamos buscando es por lo menos llegar a unas 30.000 personas directas en la industria de software y otro número similar en otros rubros”, finalizó.
Otro desafío: formación para personas mayores
En palabras de Gonda, otra arista desafiante de la educación es la formación orientada a personas mayores. Sin embargo, desmintió el “envejecimiento” y aclaró que la industria “tiene un promedio de edad bastante más joven que el resto, y más del 50% de los miembros que la conforman están por debajo de los 30 años”.
En este apartado también destacó algunas iniciativas vinculadas a la formación en la industria y en el eje de “la reconversión de perfiles”. Dijo que la empresa Pyxis tiene un plan que se llama “+45” para realizar “una transformación de las personas que vienen con cierta formación en algunas áreas y quieren pasarse al área del software”. También mencionó un plan de la empresa salteña Abstracta, llamado “ReconverTIte: Mujeres en Testing” y está orientado a mujeres del área rural para enseñar testing.“Nosotros, por otro lado, hemos estado trabajando con jóvenes desde hace muchos años con un proyecto que se llama Jóvenes a Programar, orientado a chicos de 17 a 27 años que lo que busca es mostrarles cómo es la industria del software”, remató.