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“Queremos refundar la pesca; está demostrado que la parte laboral frena las inversiones”
Fecha de publicación: 05/09/2025
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El presidente de la Cámara de Industrias Pesqueras del Uruguay (CIPU), Juan Riva-Zucchelli, analizó la reciente conflictividad en el sector, sus efectos sobre las empresas, los trabajadores y la imagen del país frente a posibles inversiones. En diálogo con CRÓNICAS, aseguró que “las heridas son grandes”, pero destacó la necesidad de reconstruir la relación con los sindicatos y de avanzar en un plan integral para el desarrollo pesquero.

Por Lucía Arregui | @luuarregui

El sector pesquero uruguayo atraviesa un momento de inflexión. Tras meses de paros y medidas sindicales que paralizaron la flota, las empresas comenzaron a retomar la actividad, aunque con dificultades y tensiones todavía presentes. El presidente de la Cámara de Industrias Pesqueras del Uruguay (CIPU), Juan Riva-Zucchelli, sostuvo que el conflicto dejó lecciones profundas y que la prioridad ahora es “refundar la pesca”.

Según explicó a CRÓNICAS, “el conflicto teóricamente terminó. Hace 15 días la asamblea del sindicato levantó la medida sin ninguna condición. Ninguna de las cosas que pedían fue aceptada y al final decidieron levantar la medida, porque era bastante tirada de los pelos, con un convenio vigente desde el año pasado y por tres años”.

Durante la paralización, la cámara impulsó una convocatoria abierta para integrar nuevas tripulaciones. La respuesta sorprendió incluso a los empresarios, “se presentaron más de 10.000 personas, de las cuales unas 600 tienen libreta. Eso muestra que hay mucha gente que quiere trabajar en la pesca, y nuestro objetivo es refundar la actividad, pescar otras especies, desarrollar la pesca con más barcos y más gente preparada”, afirmó.

El dirigente relató que el reinicio de la operativa no estuvo exento de roces. “Empezaron a salir los barcos, pero no sin dificultades, porque hubo gente que presionó y no quería salir con tripulantes nuevos. El sindicato siente que perdió su hegemonía, porque al tener el 100% de las tripulaciones afiliadas manejaban cuándo un barco salía y con quién. Eso estaba totalmente fuera de los carriles, y llega un momento en que hay que tomar decisiones”, indicó.

Para Riva-Zucchelli, uno de los cambios clave hacia adelante es transformar la manera en que se negocian los convenios colectivos: “No puede ser que la única forma de negociar sea parando la flota y bajo presión. En los últimos años no se han negociado los convenios, se imponen. La metodología es: yo quiero esto y paro los barcos hasta que me lo des. Y claro, si te paran en la zafra perdés el acto. Eso es lo que ha pasado y son las cosas que hay que cambiar”.

El presidente de la CIPU aclaró que no está en contra de la negociación, pero sí de la lógica del chantaje. “Negociando sanamente los resultados son mucho mejores para todo el mundo. Lo que se pierde cuando no se trabaja es mucho más de lo que se gana con lo que se negocia”, subrayó.

En ese marco, la cámara propone avanzar en una institucionalidad fuerte, a imagen de lo que ocurre en otros sectores agroindustriales. “La creación de un instituto de pesca como tienen la carne, la leche o el vino es fundamental. Hoy lo único que existe es un consejo consultivo dentro de Dinara, que no es vinculante. Necesitamos algo más profundo, porque el 95% de lo que producimos se exporta y la inserción internacional depende de eso”, declaró.

Las negociaciones

La participación del Estado durante el conflicto fue desigual. Sobre el rol del Ministerio de Ganadería en la negociación, admitió que “la voluntad estaba, pero realmente no tuvo muchas posibilidades con la posición intransigente de ambas partes. Estaba medio atado de manos para solucionar”. Distinta fue su valoración del ministro de Trabajo, Juan Castillo, por el cual sostuvo que “estuvo involucrado permanentemente. No le resultó fácil, pero hizo un esfuerzo por llegar a una solución. Quedamos en seguir conversando para reconstruir la relación, porque las heridas son grandes”.

Riva-Zucchelli también apuntó contra la falta de inversión histórica. Recordó que la ley de Rendición de Cuentas de 1992 creó el Fondo de Desarrollo Pesquero, que nunca se aplicó como estaba previsto, y explicó que “en promedio se podían destinar unos US$ 2 millones por año. Multiplicado por 30 años son US$ 60 millones que se fueron a Rentas Generales. Eso es una demostración de que a nadie le interesó la pesca, porque nunca hicieron nada con esa plata”.


Bajo la lupa de las inversiones

Riva-Zucchelli advirtió que la crisis no solo golpeó hacia adentro del sector, sino que también afectó la imagen del país. Según dijo, “Uruguay queda muy mal ante los inversores extranjeros”, al punto que algunas empresas desistieron de proyectos porque “esto es una locura”. Para el dirigente, la conflictividad laboral quedó instalada como una señal de riesgo y “está recontra demostrado que la parte laboral frena las inversiones en este sector”.

De todas formas, sostuvo que no todo está perdido. Reconoció que tanto el gobierno como las empresas comparten responsabilidades en lo sucedido, pero insistió en que “tenemos el recurso, el conocimiento, la posibilidad y el mercado” para salir adelante. La meta, adelantó, es llegar a fin de año con un proyecto consensuado de desarrollo pesquero “que saque al sector de la situación actual”.


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