Del total emitido, el equivalente a US$ 1.350 millones fueron de un nuevo Bono Global en Pesos a tasa fija nominal con vencimiento final en el año 2035, y los US$ 500 millones restantes correspondieron a la reapertura del Bono Global en Dólares con vencimiento final en el año 2037. “Tanto la tasa fija conseguida por el nuevo Bono en Pesos nominales (8% anual) como la prima de riesgo en la reapertura del Bono Global en dólares (78 puntos básicos), son las más bajas que Uruguay ha conseguido en pesos y dólares, respectivamente, desde que accede a los mercados de capitales internacionales”, destacó el MEF.
El objetivo de la emisión era completar el programa de financiamiento del gobierno para el año en curso, apuntalar el proceso de desdolarización de la deuda del gobierno y continuar desarrollando el mercado secundario de bonos en moneda local, estableciendo un nuevo bono de referencia (benchmark) en pesos uruguayos nominales para un plazo de 10 años.
Los inversores tenían la opción de comprar el bono global en pesos utilizando distintas formas de pago: efectivo, bonos globales en pesos uruguayos de menor madurez (con vencimientos 2030 y 2031) y títulos domésticos (Notas de Tesorería en UYU o Letras de Regulación Monetaria del BCU). Por su parte, el bono global en dólares solo se podía comprar con efectivo.
Por segunda vez en una transacción global soberana, se habilitó la opción para que inversores residentes y no residentes pudiesen integrar las Letras de Regulación Monetaria del BCU (junto a las Notas del Tesoro) como forma de pago para comprar el Bono Global denominado en pesos. La implementación de este mecanismo financiero y la estrategia de comunicación a inversores requirió de una estrecha coordinación entre el MEF y las áreas técnicas y operativas del BCU.
Los bancos colocadores que participaron en esta operación fueron Bank of America, HSBC e Itaú BBA.
Resultados
La emisión total conjunta alcanzó el equivalente a US$ 1.850 millones, de los cuales US$ 1.350 millones fueron del nuevo Bono Global en Pesos a tasa fija nominal y US$ 500 millones correspondieron a la reapertura del Bono Global en Dólares. La demanda total por ambos bonos (incluyendo la demanda por canje con títulos globales en pesos uruguayos de menor plazo) alcanzó un máximo de US$ 3.835 millones equivalente.
Del total emitido del Bono Global en Pesos, US$ 1.250 millones fueron del libro de órdenes considerado como efectivo. El monto restante (US$ 100 millones) será utilizado para el canje por bonos globales en pesos uruguayos de menor madurez.
La emisión del nuevo bono global en pesos se realizó a un rendimiento de 8% anual, lo que supone la menor tasa fija nominal en pesos alcanzada en una emisión global en pesos. En tanto, la reapertura del Bono Global en dólares se realizó a un rendimiento de 4,73% anual. El diferencial sobre el bono de referencia del Tesoro de Estados Unidos en ese plazo (prima de riesgo) fue de 78 puntos básicos (0,78% anual). Esto representa el spread más bajo pagado por Uruguay para una emisión de un bono global en dólares.