La disminución de los precios de la energía está ayudando a atenuar la inflación mundial, mientras que la baja de los precios del arroz y el trigo contribuyeron a hacer más accesibles los alimentos en algunos países en desarrollo. Sin embargo, pese a las recientes reducciones, los precios de los productos básicos se mantienen por encima de los niveles anteriores a la pandemia: se prevé que en 2025 y 2026 serán un 23% y un 14% más altos, respectivamente, que en 2019.
Esto tiene un sabor agridulce para Uruguay, que por un lado se beneficia de los bajos precios del petróleo, pero por el otro ve afectado el grueso de su base agroexportadora.
Para el economista en jefe del BM, Indermit Gill, “los mercados de productos básicos están ayudando a estabilizar la economía mundial”. Según explicó, el descenso de los precios de la energía ayudó a la baja de la inflación mundial. Sin embargo, advirtió que “este respiro no durará” y que los gobiernos “deberían aprovechar para poner en orden sus finanzas, preparar sus economías para el desarrollo de la actividad empresarial y acelerar el comercio y la inversión”.
Petróleo, alimentos y metales
El excedente de petróleo a nivel mundial se incrementó significativamente este año, y se prevé que en 2026 se ubique en un 65% por encima del pico más reciente, de 2020. La demanda de petróleo crece más lentamente a medida que se estanca el consumo en China y se incrementa la demanda de vehículos eléctricos e híbridos. En términos generales, los precios de la energía bajarán un 12% en 2025 y otro 10% en 2026.
Los precios de los alimentos también están declinando, y se prevé que disminuyan un 6,1% en 2025 y un 0,3% en 2026. Los precios de la soja caen en 2025 debido a la producción récord y a las tensiones comerciales, pero se espera que se estabilicen en los próximos dos años.
Los metales preciosos, por su parte, alcanzaron máximos históricos en 2025, impulsados por la demanda de activos seguros y las continuas compras realizadas por los bancos centrales. Se prevé que el precio del oro, ampliamente considerado refugio seguro en tiempos de incertidumbre económica, aumente un 42% en 2025.