La Agencia Nacional de Desarrollo (ANDE) presentó el programa Uruguay al Mundo, una herramienta orientada a fortalecer la internacionalización de mipymes y startups mediante un enfoque que combina articulación institucional, acompañamiento técnico previo y una definición política de largo plazo. La actividad contó con la participación de autoridades nacionales, entre ellas, el ministro de Economía y Finanzas, Gabriel Oddone, y la ministra de Industria, Energía y Minería, Fernanda Cardona.

Juan Ignacio Dorrego, presidente de ANDE, explicó los principales lineamientos del programa y el alcance de esta propuesta orientada a mejorar las condiciones de inserción internacional del entramado productivo.

En conversación con CRÓNICAS, señaló que Uruguay al Mundo “es un programa de internacionalización de pymes y startups que tiene algunas bondades que intentamos corregir o recuperar de evaluaciones de programas de internacionalización que tenemos como antecedentes”.

Uno de los ejes centrales del diseño es la articulación entre organismos públicos. Según explicó, “hay tres elementos que nuclean este programa que entendemos van a posibilitar otro impacto”, y precisó que uno de ellos es “un trabajo que articula el rol de las distintas agencias de la producción”.

Propuesta integral y sin fragmentación

El programa se desarrolla en el marco de Uruguay Innova y reúne a distintos organismos del Estado vinculados al desarrollo productivo. “Estamos trabajando en esta misma iniciativa el instituto Uruguay XXI, la ANII, el LATU, la ANDE y también el Ministerio de Industria, Energía y Minería”, enumeró. Para el jerarca, este esquema permite que “la propuesta sea integral y no que tengamos una fragmentación de la política pública, en este caso, para mipymes y startups que van a ser potenciales beneficiarios de esto”.

Otro de los pilares está vinculado a la preparación previa de las empresas. Dorrego explicó que las evaluaciones realizadas muestran dificultades recurrentes en la forma en que las firmas acceden a instancias internacionales. En ese sentido, indicó que “las empresas, ya sean startups o mipymes, que participan de instrumentos promocionales, como pueden ser rondas de negocios, ferias internacionales o programas de soft landing, encuentran algunas dificultades en cómo llegan a esas instancias”.

Entre los problemas detectados, mencionó que en muchos casos “tienen un plan de internacionalización que no se adecua a la capacidad de producción o a los mercados que abordan, o porque carecen de algunas capacidades que son necesarias para la internacionalización efectiva”. Frente a ese diagnóstico, sostuvo que “este programa, por ende, provee etapas previas a la participación en esos instrumentos promocionales con la construcción de planes de internacionalización y también con la incorporación de estas capacidades”.

De Uruguay para el mundo

Durante la presentación se expusieron casos concretos que ilustran el tipo de trayectorias que el programa busca potenciar. Uno de ellos fue el de una empresa uruguaya que desarrolló una clavadora de postes, una solución industrial orientada a mercados externos, cuyo proceso de internacionalización incluyó adaptación técnica del producto, validaciones específicas y una estrategia comercial acorde a las exigencias de destino.

También se presentó la experiencia de la productora uruguaya Fusión, responsable del proyecto audiovisual “Bichero”, que compartió su recorrido de internacionalización en el sector de contenidos. El caso permitió mostrar cómo la combinación entre desarrollo creativo, estrategia comercial y participación en instancias internacionales facilitó la proyección del proyecto hacia nuevos mercados.

Ambos ejemplos funcionaron como ilustración práctica del enfoque del programa, mostrando cómo una preparación previa adecuada y el acompañamiento técnico pueden incidir en la viabilidad de los procesos de salida al exterior, tanto en sectores industriales como en las industrias creativas.

El tercer componente del programa está asociado a la decisión política que lo respalda. Dorrego subrayó que se trata de “una propuesta audaz de un Estado que toma decisiones arriesgadas, que financia con un conjunto de recursos que de alguna forma sustentan el trabajo técnico con una mirada política y un rumbo país”.