Contratapa
Gobernanza participativa en políticas públicas
Se entiende por gobernanza participativa un modelo de gestión pública donde las personas participan activamente en la toma de decisiones que afectan sus vidas y entorno, ampliando la democracia representativa. Está claro que el gobierno anterior no creía en esta forma de política pública e hizo todo lo posible por desmantelarla donde existía. También hay otras estructuras y actores a los que les preocupa perder poderes o micropoderes y defienden las desigualdades.
Fecha de publicación: 19/12/2025
Compartí esta nota
Por:
Pablo Anzalone

En este nuevo gobierno hay varias iniciativas de gobernanza participativa y consultas abiertas a la población en protección social, seguridad pública, planes de envejecimiento y otros. Junto con el debate ideológico sobre concepciones de la democracia es importante analizar sus alcances, formas y grados de implementación, fortalecimiento de los actores sociales y empoderamiento del entramado comunitario. Las consultas pueden ser el inicio de una gobernanza participativa, pero ellas se agotarán si no hay continuidad, implementación, innovación, evaluación, rendición de cuentas, retroalimentación y sobre todo capacidad transformadora.

Por eso queremos mencionar algunas líneas de transformación que pueden ser opciones de profundización democratizadora. En otros artículos ampliaremos sobre cada una. 

Se habla poco de presupuesto participativo y sin embargo es una gran herramienta para recoger propuestas de mejora barrial, avalarlas con el respaldo ciudadano e implementarlas.

Hay experiencias que dan voz a sectores silenciados como concejal, edil, “diputado por un día”. En personas mayores ha tenido un resultado excelente. ¿Por qué no utilizarlas en niños, adolescentes, discapacitados?

Las asambleas comunitarias o foros barriales tienen una larga trayectoria en algunas zonas. Pero no hay una estrategia general para afianzarlas institucionalmente, consolidando su periodicidad, difusión, capacidad de resolver planes y proyectos, mejorando información, formación, disponibilidad de tiempo, traslados y transparencia.

Hay redes territoriales diversas en muchos lugares del país. ¿Cómo fortalecerlas, ahondar sus vínculos con la población, generar diálogos y aprendizajes entre ellas, superando la invisibilidad y la fragmentación?

Las grupalidades en la salud pueden mostrar éxitos en la prevención de enfermedades crónicas, en salud mental, consumos problemáticos, en adolescentes y personas mayores. Sin embargo, falta una estrategia de ampliación y sistematización como hoy se está acordando entre el Frente Social de la Salud, ASSE y una cantidad de organizaciones.

Las casas comunitarias y Sacude son ejemplos valiosos pero escasos de generar ámbitos intersectoriales donde la atención se articula con la prevención y promoción en los barrios.

Las acciones y proyectos intergeneracionales son muy valorados por los colectivos involucrados. ¿Por qué no multiplicarlos en todo el país?

La formación de promotores comunitarios siempre tiene buenos resultados de convocatoria con efectos positivos en “Jóvenes con voz” y en agentes comunitarios adultos y personas mayores. Son factores protectores en salud mental, suicidios, violencias y contribuyen a las habilidades socioemocionales y proyectos de vida. Un fuerte impulso en esta línea sería un avance en problemas complejos. La experiencia de la Red de Municipios y Comunidades Saludables es muy buena en este sentido (redmunicipioscomunidadesaludables.com).

Uruguay creó un Sistema de Cuidados, dimos pasos iniciales, pero fueron debilitados en el periodo anterior. Además de asistentes personales se precisan avances en cuidados comunitarios. Ampliar la cantidad de centros de día y diversificar sus modalidades con alianzas y cogestión comunitaria. ¿Por qué resignarse a que todos los hogares de personas mayores o Elepem sean gestionados con fines de lucro? Además de que el Estado los fiscalice. ¿Por qué no crear hogares con cogestión comunitaria? ¿Cobian en Colonia? ¿Una participación social preceptiva?

Los Fondos Concursables, Fondos Semillero y otros, son estímulos para proyectos comunitarios. Potenciar el acceso de adolescentes y jóvenes, discapacitados, personas mayores y colectivos excluidos, democratiza las políticas y fortalece el entramado social.

Los planes nacionales importan, pero también se necesitan planes locales basados en diagnósticos participativos. Grandes objetivos como erradicar la pobreza infantil y adolescente o llegar al hambre cero, requieren medidas claras en lo nacional pero también involucramiento activo de los colectivos locales.

Democratizar al Estado y a la sociedad, democratizar las políticas públicas, son grandes objetivos, pero también son metodologías y caminos para avanzar paso a paso.

(*) Doctor en Sociología. Lic. en Educación-Diplomado en Políticas Públicas e Innovación. Mag. en Sociología. Director Div. Salud IMM 2005-2015. Colectivo El Taller.

Buenos Aires 484, CP 11000, Montevideo, Uruguay
Copyright (c) 2025 Crónicas Económicas. Todos los derechos reservados.