Edición especial 2025
Gustavo Trelles, Country Head de Santander Uruguay
“Vamos a cerrar el año como una de las instituciones más rentables, eficientes y recurrentes de todo el sistema”
El ejecutivo de Santander Uruguay realiza un balance muy positivo de 2025 para la institución, destacando el crecimiento, la madurez del proceso de transformación y el liderazgo en banca digital. Subraya la solidez del modelo de negocio, la rentabilidad y la eficiencia del banco, a la vez que anticipa un 2026 de crecimiento selectivo, con foco en riesgo, digitalización y creación de valor sostenible.
Fecha de publicación: 26/12/2025
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Gustavo Trelles, Country Head de Santander Uruguay.
Por:
Redacción

¿Cómo evalúa el desempeño de Santander Uruguay durante 2025 en términos de crecimiento, clientes y evolución de las principales líneas de negocio?

El 2025 fue otro año muy positivo para el banco. La transformación que venimos ejecutando desde hace varios años alcanzó un nivel de madurez que se refleja en crecimiento, en mayor vinculación y en un salto cualitativo en experiencia digital.

La adopción de nuestras soluciones -desde el onboarding 100% digital hasta los servicios de pagos, inversiones y autogestión- avanzó a un ritmo muy superior al del sistema. En empresas, particularmente, la banca digital corporativa se convirtió en un estándar de referencia, con una penetración y un volumen operacional que confirman la confianza del segmento en nuestras capacidades, pero además las encuestas de satisfacción de los usuarios son  muy, pero muy buenas. 

Asimismo, el ecosistema Soy Santander y nuestras soluciones móviles nos permitieron profundizar la relación cotidiana con nuestros clientes. Reforzamos una estrategia que combina nuestro modelo de banca universal con una clara expansión en retail, a través de formatos digitales más rápidos, más simples y accesibles.

Vamos a cerrar el año como una de las instituciones más rentables, eficientes y recurrentes de todo el sistema y confirmando que nuestros resultados son estables y previsibles. Tenemos un balance equilibrado que soporta vaivenes de una macro que en Uruguay ha quedado claro es muy difícil de estimar. 

¿Qué escenario proyecta para el banco en 2026, considerando la dinámica de la economía local y el contexto internacional?

El 2026 plantea un escenario mixto, pero desde Santander lo abordamos desde una posición de fortaleza. Persisten tensiones internacionales y cambios regulatorios relevantes, mientras que Uruguay mantiene su estabilidad macrofinanciera, aunque con desafíos específicos en endeudamiento, desdolarización y profundización del mercado de capitales.

Nuestra estrategia se centra en tres ejes: disciplina en riesgo, crecimiento comercial selectivo y fortalecimiento de la calidad de cartera. Esta combinación nos permite proyectar un 2026 de progreso, sustentado en una visión clara de creación de valor sostenible y en la capacidad del banco para anticipar tendencias, no solo responder a ellas.

¿Qué segmentos o líneas de negocio identifican con mayor potencial de expansión en 2026?

Vemos tres áreas con un potencial de expansión particularmente elevado.

Por un lado, Banca digital para empresas. La demanda por soluciones integradas y procesos automatizados seguirá creciendo. Nuestras capacidades tecnológicas y el foco e inversiones que hemos hecho en los últimos años nos permiten estar mucho más fuertes que antes y con una perspectiva mucho más sólida y positiva. 

Otra área que vemos de destaque es el ecosistema de pagos y comercio digital. Uruguay está transitando una transición estructural en medios de pago. Santander ya opera desde una posición de liderazgo, con capacidades que nos permitirán capturar crecimiento en personas, comercios y e-commerce.

También, gestión patrimonial e inversiones digitales. El cliente uruguayo está cada vez más informado y exige plataformas robustas, con información en tiempo real y respaldo institucional. Esta convergencia entre tecnología, asesoramiento y seguridad es un ámbito donde Santander tiene ventajas competitivas naturales.

Todo, con un crecimiento con mirada “hacia dentro”. Tenemos una enorme base de clientes y ha llegado el momento de mejorar las ofertas, distinguir a los leales y procurar beneficios en base a la reciprocidad de estos con el banco. 

¿Qué retos estratégicos deberá gestionar el banco en el corto y mediano plazo para sostener su crecimiento y solidez?

El primer desafío es mantener una gestión de riesgo rigurosa, acorde a un entorno global más volátil. Esto implica crecimiento crediticio con calidad, anticipación y prudencia.

También enfrentamos desafíos estructurales: mayor complejidad regulatoria, competencia creciente de actores no bancarios, exigencias superiores en ciberseguridad y la evolución hacia modelos operativos basados en datos, inteligencia artificial y talento altamente especializado.

En este punto, la gestión de datos se vuelve estratégica. La información es un activo crítico, y la responsabilidad con la que la administramos -su protección, su gobernanza y su uso ético- es tan importante como la propia infraestructura tecnológica. Nuestra capacidad para convertir datos en decisiones mejores, sin comprometer nunca la seguridad del cliente, será clave para sostener la confianza en el largo plazo.

El otro eje central es seguir profundizando la transformación cultural del banco para operar con modelos basados en datos, inteligencia artificial y equipos más especializados, mientras que al mismo tiempo avanzamos en nuestro modelo de banca universal moderna, que combina la fortaleza de una institución completa con una oferta retail cada vez más digital, más eficiente y más accesible.

Gestionar estos retos desde una posición ordenada y técnicamente sólida nos permitirá preservar la solidez del banco y potenciar nuestro crecimiento.

¿Qué rol juegan la digitalización, la banca online y las fintechs en la estrategia futura de Santander?

La digitalización no es un complemento, es el núcleo de nuestra estrategia. Hoy, la mayor parte de las interacciones con clientes ocurre por canales digitales, y por eso seguimos invirtiendo en biometría, automatización, notificaciones en tiempo real y en la búsqueda de procesos que simplifiquen la vida de personas y empresas.

Respecto a las fintech, nuestra visión es técnica y estratégica: creemos en modelos de colaboración que permitan sumar capacidades, acelerar desarrollos e incorporar innovación de forma continua. El ecosistema financiero es cada vez más abierto y Santander quiere ocupar un rol central en esa evolución. Ejemplos concretos son nuestra presencia en adquirencia con Getnet, en pagos digitales con Paganza y en soluciones tecnológicas con First.

¿Cuáles son las fortalezas del sistema financiero uruguayo para transitar en un entorno de mayores exigencias regulatorias y riesgos globales?

Uruguay cuenta con un sistema financiero sólido, bien regulado y con una supervisión adecuada, esto lo hemos repetido mucho en los últimos años. Esa institucionalidad es un diferencial significativo frente a la región y una de las principales bases de la estabilidad del país.

La alta bancarización y la confianza de la población en la banca tradicional generan condiciones únicas para avanzar en innovación financiera de forma segura. El país ha demostrado históricamente una buena capacidad de coordinación entre regulador, gobierno y bancos, y ojalá esto se mantenga pues esa madurez institucional de la que tanto se habla, es sin duda, uno de los grandes activos del sistema.



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Gustavo Trelles
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