Los pasados 5 y 6 de noviembre se celebró la Expo Túnicas 2024 en el Parque de Minas. Se trató de una actividad de cierre del programa Túnicas en Red de UTE, que ya cumple 10 años. El evento reunió a estudiantes de todo el país, que presentaron propuestas de eficiencia energética para sus centros educativos. Juan Carlos Patrone, gerente de Estudios y Procesos Comerciales de UTE y coordinador del programa, contó a CRÓNICAS los detalles de la jornada.
Desde su creación, el programa Túnicas en Red contó con la participación de 12.462 estudiantes de 768 centros educativos de todos los tipos (públicos, privados, urbanos, rurales, de la Red Mandela y especiales), además de la Escuela Uruguaya Artigas en Asunción del Paraguay. Este año se alcanzaron 159 centros educativos, y para la Expo Túnicas 2024 se presentaron 32 brigadas escolares, representadas por cerca de 640 niños.
Cada brigada escolar participante realizó una investigación en su centro educativo sobre el uso de la energía eléctrica, identificando los principales consumos y evaluando la eficiencia en el uso de la energía. Con el apoyo del equipo de Desarrollo Social Comunitario de UTE, estos grupos propusieron mejoras en el consumo energético y elaboraron estrategias de ahorro y eficiencia para sus centros. Luego, un jurado conformado por expertos en eficiencia energética de UTE evaluó los proyectos.
Del evento de apertura participó la presidenta de UTE, Silvia Emaldi; Olga de las Heras, directora general de ANEP; Fernanda Cardona, directora de UTE; y Juan Carlos Patrone, gerente de Estudios y Procesos Comerciales de UTE y coordinador del programa. Las brigadas participantes del programa recibieron reconocimientos en el Premio Nacional de Eficiencia Energética, otorgado por la Dirección Nacional de Energía del Ministerio de Industria, Energía y Minería (DNE-MIEM), como incentivo a aplicar sus conocimientos de eficiencia energética en su vida diaria.
Creatividad y trabajo en equipo
Patrone, ingeniero industrial, expresó a CRÓNICAS su satisfacción al culminar esta décima edición del programa, que funcionó incluso durante la pandemia. Según explicó, el programa invita a las escuelas a participar voluntariamente en una serie de actividades y desafíos orientados al uso eficiente de la energía a lo largo del año. Las actividades siguen el método científico de investigación. Los estudiantes son guiados por especialistas de UTE que visitan las escuelas y apoyan en los desafíos más complejos.
“Ahí los niños desarrollan su creatividad, liderados por el docente que está a cargo del grupo. Se ven cosas muy diversas, como, por ejemplo, colocar timmers en los calefones y sensores de presencia para que las luces de los salones solo se enciendan cuando hay niños, o apagar los equipos de aire acondicionado cuando se van al recreo. También utilizan distintos programas informáticos que disponen gracias a Ceibal y lo aplican a la problemática que están estudiando”, valoró Patrone.
Otra faceta importante del programa es su componente de sensibilización. Las brigadas buscan sensibilizar al resto de la escuela y a la comunidad que los rodea. “Muchas escuelas participan de la feria barrial con un stand, hacen afiches para divulgar, visitan la FM en alguna localidad del interior o a los medios televisivos locales, organizan obras de teatro o hacen alguna escenografía musical en donde adaptan el conocimiento adquirido a letras de rap. Siempre es muy bien recibido por la creatividad que imponen, la coordinación y las horas de ensayo que supuso generar ese producto”, agregó.
El programa permite la participación de niños de diferentes edades, aunque de las escuelas urbanas estilaron más los quintos y sextos años. “Participan todo tipo de escuelas, urbanas, rurales, colegios privados, escuelas de capacidades diferentes. Tuvimos la presencia de la Escuela de Sordos, que también obtuvo el Premio Nacional de Eficiencia Energética. Había niños más pequeños de escuelas rurales, donde a veces son seis o siete alumnos en total”, contó el gerente de UTE.
Finalmente, el ingeniero subrayó la importancia de estas experiencias para el desarrollo de competencias como el trabajo en equipo y la expresión oral. “La jornada realmente fue muy participativa. No solo recibimos a 640 niños y 70 docentes, sino también a algunos padres de los niños. La escuela toma el premio como un paseo de fin de año. Construimos el esqueleto de los stands y ellos lo rellenan con los materiales que traen especialmente para la ocasión. El jurado va pasando por cada uno de los stands y van haciendo preguntas. Allí también descubrimos cómo hay niños que realmente se apoderaron de la temática y uno nota que exponen con total naturalidad. Eso para nosotros es muy gratificante”, concluyó.
Los especialistas que colaboran en el programa
UTE cuenta con dos grupos de especialistas que colaboran en el programa. Uno, denominado de “divulgación escolar”, realiza charlas a sextos y quintos años sobre el origen de la energía eléctrica en Uruguay y cómo utilizarla en forma eficiente. “Esa charla a veces es disparadora de que después la escuela designe un grupo de niños para constituir una brigada e inscribirse en el programa. Pero después, una vez inscritos, hay otro conjunto de especialistas que se reparten por región del país e intervienen a las brigadas dando algún conocimiento adicional, aclarando dudas, tratando de levantar los obstáculos que encontró ese grupo para trabajar; también generar un vínculo afectivo con los niños, porque comienzan a ser referentes de UTE para ellos y para la maestra”, relató Patrone.