¿Cómo evalúa el desempeño del banco durante 2025 en términos de crecimiento, clientes y evolución de las principales líneas de negocio?
El desempeño del banco ha sido altamente satisfactorio a lo largo del año 2025, tanto desde el punto de vista de su condición de banco comercial como de banco de desarrollo. En grandes números, el BROU posee un activo del orden de US$ 24.700 millones, más del 30% del PIB de Uruguay, un patrimonio de US$ 2.800 millones, y casi 2.000.000 de clientes. Adicionalmente, con una cartera de crédito en el entorno de US$ 8.000 millones y depósitos por más de US$ 21.000 millones, el BROU representa el 31% y el 44% del sistema bancario comercial, respectivamente, siendo así la mayor institución financiera del Uruguay. En términos comerciales, el nivel de actividad ha crecido a buen ritmo durante 2025, impulsado por el aumento de la captación de depósitos y de la concesión de créditos. Resulta interesante subrayar que el banco ha registrado incrementos en las colocaciones dirigidas a todos los sectores de actividad y segmentos, destacándose el dinamismo del crédito corporativo en moneda nacional, en línea con el objetivo de desdolarización de la economía. El crecimiento del crédito ha sido acompañado por un bajo nivel de morosidad, el cual se encuentra en los menores registros de la década, y en línea con la apetencia de riesgo del banco. Adicionalmente, en su carácter de banco de desarrollo, se ha hecho énfasis en el apoyo a las micro, pequeñas y medianas empresas, a través del diseño de productos y servicios innovadores, como es BROU a Mano Comercios, al tiempo que se ha promovido la inversión en iniciativas con impacto sostenible a través de la Convocatoria para Proyectos Sostenibles.
¿Qué escenario proyecta para el banco en 2026, considerando la dinámica de la economía local y el contexto internacional marcado por tensiones geopolíticas y anuncios de cambios regulatorios?
El BROU está enfocado en crecer para contribuir al desarrollo sostenible del país, contando con las capacidades internas para hacerlo. En un mundo caracterizado por la incertidumbre y por avances tecnológicos vertiginosos, el banco ha procurado desarrollar las habilidades necesarias para adaptarse a los múltiples cambios del entorno, sin perder de vista su objetivo fundacional: ser un agente de impacto para un Uruguay más próspero. El banco viene trabajando fuertemente en términos tecnológicos, con énfasis en la ciberseguridad y la innovación, incorporando herramientas de analítica de datos e inteligencia artificial, al tiempo que sigue con atención fenómenos tales como el avance de la banca abierta y de los activos virtuales, los vaivenes geopolíticos, las tendencias desregulatorias y las posturas contrarias a la agenda de desarrollo 2030, de forma de generar la resiliencia requerida para aprovechar las oportunidades y minimizar los impactos negativos. De esta manera, y con el respaldo de muy buenos indicadores financieros, el banco se encuentra en excelentes condiciones para continuar creciendo, aun en un escenario global complejo. Concretamente, para 2026 se proyecta un incremento de la actividad y del crédito, apoyado en una oferta comercial innovadora y en canales de atención con un mix presencialdigital que satisfaga la diversidad de necesidades de los clientes, garantizando en todo momento los más altos estándares en términos de seguridad, agilidad y eficiencia.
¿Qué retos estratégicos deberá gestionar el banco en el corto y mediano plazo para sostener crecimiento y solidez en un contexto más incierto?
Un gran desafío refiere a la generación de resiliencia ante las veloces y diversas transformaciones de estos tiempos, algunas de las cuales el banco ya ha venido gestionando, como la ciberseguridad, que constituye uno de los principales riesgos para la banca. Para ello, el BROU cuenta con un equipo sumamente competente abocado a garantizar la seguridad y la confidencialidad de la información, y que seguirá trabajando firmemente a fin de asegurar en todo momento la protección de los sistemas y de los datos ante los intentos de ataques cibernéticos. Otro desafío en el que el banco también ya viene trabajando y gestionando con éxito, es sin dudas acompañar el torrente de avances tecnológicos, manteniéndose a la vanguardia a través de la actualización e innovación constante, en el marco de un mercado bancario altamente competitivo y en el cual surgen nuevos jugadores, algunos incluso desde fuera del sector. Junto con ello, nuevas tendencias como las mencionadas, banca abierta, activos virtuales, también implican desafíos que ya se han comenzado a abordar. A nivel interno, el BROU transita un período de importante recambio generacional, por lo que la transmisión de la experiencia acumulada desde los funcionarios que culminan su carrera laboral a las nuevas generaciones, es de una importancia superlativa. Ello se complejiza aún más a partir de las necesidades de nuevos conocimientos asociados a la revolución tecnológica y a las nuevas demandas de los clientes. En este sentido, la gestión del traspaso del conocimiento y el desarrollo de las nuevas habilidades requeridas constituye un desafío clave de cara al futuro.
¿Cuáles son las fortalezas del sector en nuestro país, que permiten, a la larga, transitar en forma segura en un entorno de nuevas exigencias regulatorias, competencia creciente y riesgos globales?
Tras la crisis del año 2002, la regulación bancaria local se fortaleció notablemente, emergiendo un sistema bancario sano, sin las fisuras y vulnerabilidades preexistentes. Esa ha sido la característica del sector en los últimos 20 años, lo que le ha posibilitado transitar la crisis financiera internacional del 2008 sin sobresaltos y no verse afectado por los cambios en la situación económica regional. Es así que Uruguay cuenta con un sistema bancario que presenta muy buenos niveles de solvencia y liquidez, bajo nivel de morosidad y adecuados niveles de eficiencia y rentabilidad. Adicionalmente, la regulación se ha ido adecuando a los riesgos globales y tendencias recientes, como lo referente a prevención del lavado de activos y financiamiento al terrorismo, y a ciberseguridad. Más recientemente, se ha comenzado a trabajar en aspectos de sostenibilidad, en particular lo relativo a la incorporación de la gestión de los riesgos ASG. El banco también ha construido una serie de fortalezas adicionales que le permiten afrontar este mercado cada vez más complejo y competitivo. Su amplia cobertura territorial ha posibilitado generar una cercanía con el sector real, un profundo conocimiento del mismo, lo que junto al desarrollo tecnológico constituyen insumos valiosos para el diseño de una oferta comercial atractiva y adecuada a las necesidades de los clientes. Además, el banco posee una vocación de diálogo y apertura, y estrechos lazos con instituciones del sector público y privado, por lo que se encuentra en excelentes condiciones para potenciar las sinergias que puedan generarse a partir de la colaboración interinstitucional. A modo de ejemplo, se ha avanzado en acuerdos con ANDE y con Uruguay Innova, en línea con los énfasis estratégicos del banco asociados al apoyo a las micro, pequeñas y medianas empresas, a la educación financiera y a la innovación.
¿Cuáles son los ejes de gestión que se van a priorizar hacia el año próximo?
El BROU nació con una fuerte vocación de impacto, la cual se ha concretado a lo largo de su historia a través de su oferta financiera y de su contribución a las arcas del Estado. En 2026 el banco cumplirá 130 años, y la mejor forma de celebrarlo es generando impacto. Para ello se han definido dos ejes estratégicos y transversales, digitalización y sostenibilidad, ambos imprescindibles para apoyar la agenda de desarrollo del país, para contribuir a un mayor nivel de bienestar social.